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Sastre finaliza octavo en la primera etapa del Tour con final en alto

“Ha sido un terreno bastante duro en el que daba mucho aire de cara”

 

La sexta etapa del Tour de Francia era la primera que tenía la meta situada en alto. Se ha mostrado como una de las más intensas, en la que  el corredor abulense Carlos Sastre (CSC-Saxo Bank) entró en las posiciones delanteras, concretamente en octavo lugar, a siete segundos del vencedor, el italiano Riccardo Riccó, del Saunier Duval, que superó a Alejandro Valverde y Cadel Evans, después de 195,5 kilómetros, desde Aigurande hasta Super-Besse, cuyo último kilómetro y medio presentaba desniveles del 10 por ciento.

 

Tras esta jornada, la clasificación general queda encabezada por el corredor del Team Columbia, el luxemburgués Kim Kircher, que se aprovechó de una caída en el último kilómetro del hasta ahora líder, el alemán Stefan Schumacher (Gerolsteiner), para situarse como nuevo maillot amarillo del Tour. Sastre es ahora duodécimo, con una desventaja de 1’34”.

 

El pelotón sufrirá mañana un rompepiernas de 159 kilómetros entre Brioude y Aurillac, salpicado con dos puertos de segunda categoría, dos de tercera y otro de cuarta, aunque ninguno cerca de meta.

 

El comentario de Carlos Sastre desde Super-Besse

 

“La primera etapa con final en al alto de este Tour de Francia, después de las incertidumbres que había antes de salir, se ha desarrollado de una manera bastante rápida pero llevadera. Ha sido un terreno bastante duro, con carreteras del Macizo Central, rugosas, que ha hecho que todos los equipos se desgastasen.

 

Al final había cierta incertidumbre por ver lo que podía pasar, quién podría controlar o quién podría hacer la carrera dura en beneficio de sus líderes y hemos visto a un Caisse d’Epargne pletórico de nuevo, que ha hecho la carrera dura y ha controlado esa parte final en beneficio de Valverde, que finalmente no ha podido ganar. Pero ha sido una subida en la que también daba mucho aire de cara y eso también dificultaba un poco más el trabajo que, sin este viento de cara, quizá se hubiese roto un poquito más la carrera al final.

 

A nivel personal, no he tenido malas sensaciones. La única dificultad es esa potencia que tienen estos corredores en esos metros finales en este tipo de llegadas, pero sigo estando delante y sin más problemas, esperando a que lleguen etapas más duras y más decisivas que vendrán en los Pirineos.”

 

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